LHDP

 

 

Desde sus inicios en 2007, la Hora del Planeta ha sido conocida por invitarnos a apagar las luces, en un acto símbolico realizado por personas de todo el mundo para mostrar su apoyo al planeta y crear consciencia sobre los problemas que lo afectan.

Más de 15 años después, nos encontramos en un punto de inflexión con las crisis climática y de la naturaleza, que ponen en peligro a nuestro único hogar. Estamos por superar un calentamiento de 1,5 ºC a nivel global. Y uno de nuestros mayores aliados contra la crisis climática también está gravemente amenazada: la naturaleza.

Los próximos 7 años son cruciales para el futuro de todos: tenemos que mantenernos por debajo del umbral de 1,5 ºC de calentamiento para evitar daños irreversibles a nuestro planeta, y tenemos que revertir la pérdida de naturaleza para 2030. Así, podemos terminar la década con más naturaleza y biodiversidad que en sus inicios.  Pero para que esto ocurra, personas, comunidades, empresas y gobiernos deben esforzarse más para proteger y restaurar nuestro único hogar. 

Con este objetivo en mente, nosotros también debemos intensificar los esfuerzos. Por eso, este año renovamos la marca, el mensaje y la misión de la Hora del Planeta, y creamos La Hora más Grande por el Planeta. Esta consiste en hacer un llamado a personas de todo el mundo para que apaguen sus luces y dediquen 60 minutos a hacer algo positivo por nuestra Tierra.

Con nuestra presencia en más de 190 países y territorios, el poder de la gente puede convertir una sola Hora del Planeta en miles y millones de horas de acción y concienciación, iniciando un efecto dominó que continúe más allá de la hora. En el contexto actual de división y polarización de nuestras sociedades, la Hora más Grande por el Planeta se convierte en un valioso momento de unidad y en un recordatorio al mundo de que nuestro hogar necesita ayuda y que todos podemos y debemos contribuir a protegerlo.