Saqueo de cactus — un comercio espinoso que amenaza al Desierto Chihuahuense

Posted on January, 20 2003

El contrabando de cactus en el Desierto Chihuahuense es un comercio a gran escala, y amenaza la sobrevivencia de estas raras y únicas plantas.
Un nuevo tipo de saqueo ronda el Oeste en estos días, llevándose objetivos fáciles del desierto bajo la protección de la oscuridad. Pero estos saqueadores no están interesados en robar ganado — buscan cactus. El contrabando de cactus es un comercio a gran escala en el suroeste de los Estados Unidos, estimulado por la demanda de suculentas que requieren poco mantenimiento y poca agua para usarlos en paisajismo. Y los coleccionistas de cactus — conocidos como ”cactófilos” — estimulan el robo de especies raras y difíciles de hallar. Lo anterior es aparte de la cosecha perfectamente legal pero mal reglamentado de plantas silvestres en propiedades públicas y privadas en toda la región. “Ello conduce al agotamiento de algunas especies de cactus en el Desierto Chihuahuense, lo cual amenaza a ciertas poblaciones,” dice Christopher Robbins, botánico de TRAFFIC, que ha pasado dos años estudiando el comercio de plantas chihuahueñas y es autor de un nuevo informe de la materia. El Desierto Chihuahuense es uno de los desiertos más ricos en biología y diversidad en el mundo, y lo rivaliza solamente el Nami-Karooo del sur de África y el Gran Desierto de Arena en Australia. El Chihuahuense se extiende por unos 647.000 km2 desde el suroeste de Arizona, cruzando Nuevo México y el oeste de Texas en los Estados Unidos, siguiendo al sur para en compasar casi el 25 por ciento de México. Esta ecorregión es el hogar de casi la cuarta parte de los 1.500 especies de cactus que conoce la ciencia. También es el hogar de más especies de mamíferos que el Parque Nacional Yellowstone, y sostiene algunas de las poblaciones que quedan de perros de la pradera mexicanos, del bisonte silvestre americano, y de la antilocapra. El área también contiene peces, reptiles y plantas que no se encuentran en ninguna otra parte de la tierra. Aunque muy deseados por los cactófilos, los rancheros y propietarios de terrenos muchas veces consideran que los cactus son una peste y se contentan que alguien les pague unos dólares por el derecho de desarraigarlos y llevárselos. Y muchos consumidores y turistas no se dan cuenta que pueden estar violando la ley cuando compran los cactus en terreno privado o tratan de exportar plantas vivas desde México, que tiene reglas muy estrictas en cuanto a coleccionar plantas silvestres. Los Estados Unidos figura entre los mayores productores y mercados de cactus y la mayor concentración de cultivadores y cosechadores situados en el suroeste del país. Los tres mercados principales por cactus ornamentales producidos en los EE.UU. son los semilleros, los supermercados y los coleccionistas privados. Los mayores consumidores de cactus del Desierto Chihuahuense son, en orden de importancia, los Estados Unidos, Inglaterra, Alemania, Suecia, España, México, Italia y Canadá. Los cactus y otras plantas del desierto son parte crucial del ecosistema removerlos podría privar a los habitantes del desierto — pumas, colibríes, pájaros carpinteros, murciélagos — de su alimento y refugio. Muchos humanos también dependen de plantas del desierto para uso medicinal, tales como un tratamiento tradicional mexicano para la artritis hecho del cactus. “En algunas partes del desierto en donde los cactus son las especies dominantes, desarraigarlas puede ser tan perjudicial como talar un bosque,” dice Christopher Robbins. La cosecha silvestre de plantas del desierto es un comercio multimillonario anual.. Una especie de mayor importancia en la cosecha, .tanto legal como ilegal, es el cactus silvestre y otros suculentos, y van destinados a una tendencia relativamente nueva en paisajismo en ciudades del desierto, bautizada “xerijismo”. Con la escasez de agua en muchos centros poblados en pleno crecimiento, a los dueños de terrenos se les recomienda arreglar sus jardines con plantas tolerantes de la sequía y de bajo consumo de agua, en vez de sembrar exuberantes céspedes no indígenas que requieren excesivas cantidades de agua. Los dirigentes municipales en lugares como Phoenix, Arizona, y Las Vegas, Nevada, promueven el paisajismo sostenible utilizando especies indígenas, bautizado con el nombre de “xerijismo”. Los cactus de barril, los erizos, los de pera espinosa y los saguaros son las especies más populares utilizadas en el paisajismo. Yuca, agave y ocotillo son otras plantas del desierto que gustan por su valor en el paisajismo. “Xerijismo es una tendencia positiva que no debería constituir un peligro para el cactus del desierto,” dice Jennifer Montoya, directora de la oficina ecorregional del Desierto Chihuahuense del WWF en Nueva México. "Cultivar plantas en semilleros en vez de desarraigarlos del desierto es una situación muy provechosa." Estos proyectos, incluyendo uno que el WWF planea comenzar en el económicamente deprimido oeste de Texas, provee ingresos para las comunidades locales y ofrece plantas sosteniblemente cosechadas para los terratenientes. Los coleccionistas de cactus son otro mercado que provoca la insostenible y muchas veces ilegal cosecha de plantas del Desierto Chihuahuense. En años recientes Europa y el Japón han sido los destinos más populares por plantas de contrabando además de semillas y frutas de raros y valiosos cactus originarios de los EE.UU. y México. Hay cactus raros, especialmente en la parte mexicana del desierto, que se venden por miles de dólares en los mercados internacionales. Las semillas de cactus raros se venden en Europa por US$ 7.50 cada una. Este alto valor les da a los contrabandistas el aliciente para desarraigar las plantas del Desierto Chihuahuense. “El Desierto Chihuahuense no es bien conocido, ni siquiera por la gente que lo habitan”, comenta Héctor Arias, coordinador ecorregional del Desierto Chihuahuense en el programa de WWF en Mexico. Ni está bien protegido. Un 80 por ciento del desierto está situado en México, pero solamente un 1,8 por ciento de él está bajo alguna forma de protección. La situación es un poco mejor en los EE.UU. en donde alrededor de un 60 por ciento de su parte del desierto se encuentra bajo alguna esquema de protección. Aunque las penalidades para los contrabandistas son severas — hasta 10 años en la cárcel y US$250.000 de multa — la falta de protección aunado a lo remoto de muchos lugares del Desierto hace muy difícil localizar al contrabandista. Pero no todas las noticias son malas. Un nuevo informe de TRAFFIC indica que el valor económico del cactus del Desierto Chihuahuense podría ser su salvación. “Los terratenientes que tal vez consideran al cactus como una plaga, deberían pensar en manejarlo como un cultivo en vez de una peste para ser erradicado,” dice Christopher Robbins. El informe recomienda mejor monitoreo del comercio del cactus, reforzar la protección de especies que se encuentran en mayor peligro de extinción, y el desarrollo de programas comunitarios para cosechar las especies comunes y cultivar comercialmente las especies de lento crecimiento. Tales iniciativas coadyuvarián a salvar esta singular flora del desierto. * Jan Vertegeuille es un Oficial de Comunicaciones en WWF-US y TRAFFIC en Norteamérica. Mayor informacion: El informe de TRAFFIC “Comercio espinoso: el comercio y la conservación del cactus del Desierto Chihuahuense" TRAFFIC es una red para monitorear el comercio de especies silvestres, y trabaja para asegurar que el comercio de plantas y animales silvestres no constituya una amenaza para la conservación de la naturaleza. TRAFFIC es un programa conjunto del WWF y el IUCN (Unión Mundial para la Conservación) y trabaja en estrecha cooperación con el secretariado de CITES. Este nuevo informe de TRAFFIC es el mayor análisis jamás hecho del comercio de los cactus del Desierto de Chihuahua. El informe determina que el comercio insostenible podría poner en peligro de extinción ciertas poblaciones de cactus si no se toman medidas para reglamentar su cosecha, y hace un número de recomendaciones para atacar el problema. El trabajo del WWF en la ecorregión del Desierto Chihuahuense El Desierto Chihuahuense es una de las 200 ecorregiones globales del WWF — una clasificación global científicamente basada de los hábitats y regiones más biológicamente sobresalientes en donde el WWF concentra sus esfuerzos. El trabajo del WWF en esta ecorregión incluye asociarse con comunidades locales para estudiar la hidrología de los manantiales de Cuatrociénagas y proteger las charcas, y el contribuir a los esfuerzos de reintroducir el lobo mexicano que críticamente cerca de la extinción. En 1997 el WWF convocó una reunión de biólogos estadounidenses y mexicanos para crear por primera vez un estudio exhaustivo de conservación de la ecorregión del Desierto de Chihuahua. El informe de TRAFFIC ha provocado un nuevo proyecto para establecer una industria de semilleros de plantas indígenas del desierto con semillas provenientes de plantas silvestres. Este proyecto también alentará el turismo de la naturaleza en Texas en una región biológicamente rica y con alto desempleo.
Octillo cactus (Fouquieria splendens), Big Bend National Park, Texas, US.
© WWF / Jo Benn
Christopher Robbins, botanist at TRAFFIC.
© WWF / Jo Benn