Salvar los sistemas que sostienen nuestras vidas
Posted on octubre, 25 2018
Los humedales sanos no son negociables
La humanidad se encuentra en una encrucijada. De aquí a 2030, las opciones y medidas de conservación y desarrollo que adopte la comunidad internacional decidirán nuestro futuro a largo plazo. Los Objetivos de Desarrollo Sostenible muestran hacia dónde queremos — y necesitamos— llegar. La pregunta es cómo vamos a llegar allí.Si nuestra respuesta no da prioridad a un compromiso global serio para conservar los humedales de todo tipo, no será suficiente. Los humedales sanos no son negociables para la vida tal y como los conocemos, ya que nos aportan desde el suministro de agua limpia hasta la seguridad alimentaria, y desde las ciudades sostenibles hasta la resistencia al cambio climático. Si los sacamos de la ecuación, y de la biodiversidad que sostienen, todo el edificio se desmoronará. Sin embargo, los humedales siguen estando infravalorados y todavía no se comprende adecuadamente todo el abanico de beneficios que nos aportan.
Los ríos no son solo conductos de agua para el riego y la energía hidroeléctrica, ni los pantanos son solo futuras tierras de cultivo que esperan ser drenadas. Tampoco los bosques de manglares son solo cúmulos de vegetación sin valor que ocupan un espacio precioso para la cría de camarones.
En cambio, los valores económicos, sociales y ambientales de nuestros humedales en todas sus formas son complejos y de gran alcance. Muchos sitios Ramsar protegen humedales que están íntimamente relacionados con los medios de subsistencia y las creencias culturales de los pueblos indígenas, como el complejo Cuyabeno - Lagartococha - Yasuní en Ecuador. Aún así, a menudo estos valores solo se hacen realmente visibles cuando comienzan a desaparecer. Desafortunadamente, lo están haciendo a un ritmo vertiginoso.
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