Posted on December, 15 2008

Santiago de Cali, Colombia. Diciembre inició con una travesía científica por los peces del Pacífico colombiano. El Crucero de Evaluación de Pequeños Pelágicos zarpó hace dos semanas del puerto de Buenaventura y regresará el próximo miércoles 17, después de un recorrido hacia el norte por la costa chocoana y un retorno hacia la frontera con el Ecuador y la isla de Gorgona.

Esta es una iniciativa desarrollada por el Instituto Colombiano Agropecuario – ICA, Parques Nacionales Naturales de Colombia – PNN, la Universidad del Valle, y Harinas y Aceites de Pescado de Mar – HARIMAR S.A., junto con el Ministerio de Agricultura y Desarrollo Rural y WWF Colombia, que busca obtener información sobre estas especies para construir mecanismos y estrategias de aprovechamiento sostenible. Además, están invitados a esta investigación, la Asociación Calidris y la Fundación Yubarta, para evaluar la interacción de las aves y los mamíferos marinos, respectivamente.   

Los pequeños pelágicos son peces costeros ubicados a baja profundidad en el océano, y algunas especies son de gran valor comercial, como la carduma (Cetengraulis mysticetus) y plumuda (Opisthonema spp.), materia prima para la producción de harina de pescado y las sardinas enlatadas. Sin embargo, existen muchos vacíos de información sobre estas especies, en parte por la poca articulación entre la industria y el Estado: la poca presencia estatal en el sector pesquero, particularmente desde el año 2000, ha disminuido los niveles de contrapartida y dejado los procesos de investigación o monitoreo que adelantan las empresas, sin orientación técnica.

Los recursos marinos son vitales para la seguridad alimentaria mundial. Sin embargo, la sobreexplotación ha llevado a que sean cada vez más escasos y que algunos, como el atún rojo en el Mediterráneo, estén al borde de la extinción. Colombia no es ajena a esta problemática, y existe un gran desconocimiento sobre la riqueza marina y pesquera de sus dos océanos. En este sentido, el Crucero es una oportunidad para que el sector privado, las entidades del Estado, la academia y las ONG, trabajen en conjunto por la conservación y el desarrollo sostenible de los recursos marinos del país.

“Con este viaje se podrá evaluar el estado actual de la carduma y otras especies, determinar su distribución, ubicación y reproducción, entre otras características, permitiendo así un aprovechamiento responsable, técnico y sostenible del recurso”, dijo Luis Alonso Zapata, coordinador del Programa Marino Costero de WWF Colombia. “Al considerar, por ejemplo, los periodos de reproducción y las tallas de las especies, se protegerá la época de desove y se pescarán ejemplares más grandes, logrando así mejorar la calidad del producto y una mayor aceptación en el mercado internacional”.

El crucero es una actividad investigativa que hace parte del proyecto “Evaluación del estado actual de la pesquería de pequeños pelágicos para asegurar la sostenibilidad del recurso en el Pacífico y fortalecer la industria pesquera colombiana”; que pretende, entre otros, brindar información para reforzar las medidas de conservación, en especial los estuarios y bosques de manglar del área del Parque Nacional Natural Sanquianga (Nariño), vitales por su importancia económica y ecológica. Estos ecosistemas, considerados las sala-cunas del mar, están siendo amenazados por la contaminación, el cambio climático y la sobreexplotación de sus recursos.

Notas para el Editor:

1.      El Código de Conducta para la Pesca Responsable (FAO, 1995) es una de las iniciativas globales para aliviar, de alguna manera, los efectos negativos sobre los recursos marinos explotables y sus ecosistemas. Este código determina que la explotación de los recursos marinos debe hacerse de una forma integral y respetuosa, propendiendo por la perpetuidad en el tiempo de los recursos explotados y conservando la diversidad de los ecosistemas que habitan.

2.      El Crucero de Evaluación de Pequeños Pelágicos se desarrollará entre el 3 y el 17 de diciembre, y constituye una iniciativa integrada por el sector privado, junto con entidades estatales y ONG, que busca generar conocimiento e información que permita un manejo sostenible de especies de peces comerciales como la carduma y la plumuda, de los cuales se obtiene la harina de pescado y sardinas enlatadas.

Se sabe que, de continuar en un proceso de información incierta sobre el comportamiento del recurso, es posible que su explotación conlleve a reducción de tallas de los ejemplares, así como disminución de volúmenes de captura, incremento en los tiempos de búsqueda de los cardúmenes, menor frescura del producto, reducción de los niveles de proteína alcanzados en la harina y desbalance en los niveles óptimos de la relación producción/costo.

Se pretende entonces generar información que permita determinar las zonas más propicias para crear áreas de conservación de los stocks reproductivos, proveer insumos para la asignación correcta de cuotas de pesca y, por ende, asegurar el aprovechamiento del recurso en el largo plazo.

3.      Presión sobre los recursos marinos. Estudios a nivel global han concluido que si la explotación pesquera continúa al ritmo actual, todos los recursos pesqueros del mundo colapsarían antes de mediados de siglo. Se estima que el 25% de las principales poblaciones de especies de peces marinos están infraexplotados o moderadamente explotados, un 47% aproximadamente de los principales grupos de especies están plenamente explotados (sus capturas han alcanzado sus límites máximos sostenibles). De otro lado, 18% se sabe que está sobreexplotado, por lo tanto las perspectivas de crecimiento de tales poblaciones y de sus capturas son insignificantes y existe una probabilidad cada vez mayor que las poblaciones sigan reduciéndose, mientras el 10% restante han llegado a estar notablemente agotadas o se halla en recuperación, por lo que éstas son mucho menos productivas que antes (FAO, 2002).

4.      La sobreexplotación de los recursos marinos en Colombia. En el país ya se evidencia el agotamiento de algunos recursos marinos, como el camarón de aguas someras (CAS), que está siendo sobreexplotado. Cifras disponibles sobre producción extractiva pesquera muestran que, con excepción del atún, hay una caída persistente de las capturas de especies de relevancia comercial, debido a la sobreexplotación del recurso y a la contaminación y degradación creciente de los cuerpos de agua y sus cuencas, además de la deficiente y/o inadecuada tecnología empleada. Otros recursos, como los pequeños pelágicos, representan el segundo nivel en generación de divisas en el sector pesquero a nivel nacional, después de la pesquería del atún (Barreto y Mosquera, 2001).

5.      La carduma (Cetengraulis mysticetus) es considerada la principal especie comercial entre los pequeños pelágicos, pues representa en volumen el 35% de todos los peces capturados y el 34% de las 83.857 toneladas de recursos pesqueros extraídos en 1998 (Barreto y Mosquera, 2001). Se estima que en Colombia, la demanda de harina de pescado podría alcanzar las 100 mil toneladas especialmente dirigidas a la elaboración de concentrados para avicultura y acuicultura. A pesar de que en los últimos cinco años la demanda ha bajado a cerca de 50 mil toneladas, por el ingreso de suplementos como la soya y el maíz, la producción de harina nacional no es suficiente para mantenerla, pues alrededor del 20% del total de las importaciones pesqueras anuales son para ello (Zapata, et al. En prensa, 2007). Además, la carduma es de gran importancia ecológica, por tratarse de una de las especies base de la cadena trófica, que incluye también aves marinas.

Para mayor información:

Sandra Tatiana Rodríguez M.

Consultora de Comunicaciones

WWF Colombia

Tel + 57 2 558 25 77 Ext 217