Los indígenas, los guardianes no reconocidos del Amazonas

Posted on October, 19 2016

En 2008, el mecanismo de REDD+ (Programa de Reducción de Emisiones de Carbono causadas por la Deforestación y la Degradación de los Bosques) fue diseñado con un propósito principal: premiar con fondos internacionales a quienes demostraran que habían disminuido la deforestación.

En 2008, el mecanismo de REDD+ (Programa de Reducción de Emisiones de Carbono causadas por la Deforestación y la Degradación de los Bosques) fue diseñado con un propósito principal: premiar con fondos internacionales a quienes demostraran que habían disminuido la deforestación. Sin embargo, desde hace un tiempo se viene alertando sobre un efecto indeseado de esta iniciativa: muchas comunidades, que por cultura, tradición, modo de vida nunca deforestaron, se quedan por fuera del mecanismo. Es decir, muchos fondos llegan a quienes deforestan, no a quienes cuidan los bosques.

 

Las cifras para la Amazonía colombiana hablan por sí solas: hay 178 resguardos indígenas, que cubren 26.400.000 hectáreas. De estas, 94% son bosques que se han mantenido gracias a la protección y al cuidado de las comunidades. Hay incluso 31 resguardos que presentan deforestación cero y casos como el resguardo de Predio Putumayo, que cubre un área de 5.756.000 de hectáreas y que mantiene en pie el 99% del bosque de su territorio. Eso es mayor a la superficie de Santander y Norte de Santander juntos.

 

En septiembre WWF-Colombia, la Organización Nacional de los Pueblos Indígenas de la Amazonia Colombiana (OPIAC), la Fundación Natura, Forest Trends y el Earth Inovation Institute (EII) organizaron el Taller de Contribución de los resguardos indígenas de la Amazonía colombiana con mínima o nula deforestación a la mitigación del Cambio Climático. Este contó con la participación de representantes de resguardos indígenas amazónicos, de la ONU, del ministerio de Ambiente, de la GIZ (cooperación del gobierno alemán) y del Fondo Cooperativo para el Carbono de los Bosques (FCCPF). El objetivo del encuentro es lanzar una reflexión sobre qué mecanismos se pueden conseguir para premiar también a las comunidades que han conservado los bosques, y corregir los vacíos de REDD+.


 
Desde el 2014 WWF-Colombia trabaja con organizaciones indígenas de la Amazonía promoviendo acciones que logren la inclusión del enfoque indígena en las estrategias nacionales de REDD+ y de cambio climático. WWF trabaja localmente en Colombia con la organización indígena AZICATCH, de zona de La Chorrera (Amazonas) que hace parte del Resguardo Predio Putumayo, para generar información sobre conservación de los bosques en el territorio y visibilizar sus estrategias propias de conservación. A nivel regional, trabaja conjuntamente con la Coordinadora de las Organizaciones Indígenas de la Cuenca Amazónica (COICA) y la Organización Nacional de los Pueblos Indígenas de la Amazonia Colombiana (OPIAC), apoyando procesos de incidencia política a nivel nacional e internacional.
 

Estas son las voces de algunos de los intervinientes:

 

Walter Buinaje Corsino

 

“Vengo de La Chorrera en el Amazonas y soy el representante legal de Azicatch (Asociación Zonal Indígena de Cabildos y Autoridades Tradicionales de La Chorera) que reúne 22 cabildos de 5 pueblos: Huitoto, Bora, Ocaina, Andoque y Munaine. Vivimos a lo largo del río Igará Paraná y somos 3.193.

 

Hoy la situación no es la misma que hace 20 años. Las problemáticas del país están llegando, la minería, el conflicto, la tala de bosques, la pesca con químicos, los residuos. Hay problemas en los ríos, en la selva, se ven basuras. Son amenazas que por ahora son pequeñas, pero que podrían crecer.

 

También se está trastornando el calendario ecológico, se alteró por el cambio climático. Antes uno sabía que el verano llegaba en enero o febrero y el invierno en marzo. Apenas es octubre y ya parece verano. Y las inundaciones son mucho más fuertes que antes. Son problemas nuevos, que ahora nos toca enfrentar. Ya estamos reflexionando en los mambeaderos y en las malokas. Estamos haciendo un plan de zonificación ambiental para disminuir estos impactos. 

Estamos pasando por dos etapas muy importantes: la bonanza ambiental y el proceso de paz. La visión de muchos es que nuestro territorio está vacío y si se firma la paz quieren mandar gente a los resguardos.

 

El país tiene un pensamiento de desarrollo capitalista, para nosotros el desarrollo no es la infraestructura, la minería. Todo está en la cultura, en el conocimiento que nos dio el padre creador para manejar nuestro territorio”.
 

Héctor Gómez Tello

 

“Yo soy de Tarapacá (Amazonas), donde viven Tikunas, Huitotos, Boras, Cocamas, Ingas. Somos unas 1.000 personas. Tengo 30 años, pero llevo 15 en los procesos organizativos. Acompañé la construcción del plan de vida y la constitución del resguardo en 2010.

 

Tenemos 95.000 hectáreas que ahora se están protegiendo. Antes había muchas madereras, tocó peleas, fue duro, no es que nos hayan dado territorio solo por ser indígenas. Estamos en un proceso de recuperación, se frenó la deforestación y ahora enriquecemos el bosque sembrando cedros, palo rosa.

 

Pero es difícil, vivimos al día a día, se dificulta mucho la soberanía sobre el territorio. Hay amenazas por la minería río arriba, colonos en el casco urbano, pocos recursos para cuidar y restaurar”.

 

Luis Alberto López Jamioy

 

“Soy consejero indígena ante Corpoamazonía, del pueblo Inga de Putumayo.

 

Creo que por el simple hecho de ser indígena se siente una amenaza. Nos ven opuestos al desarrollo, a la infraestructura, a la minería. Hay que visibilizar que cuidamos la Amazonía para todos. No solo para nosotros, también para los del norte, los del sur, los del centro, los del occidente. La Amazonía nos permite respirar más tranquilos, tener agua.

 

Pero es mucho más que eso. En Colombia la gente ve solo lo verde de la Amazonía y el gobierno solo lo que está en el subsuelo. En la Amazonía vivimos más de 68.000 indígenas de 57 pueblos, cada uno con su forma de relacionarse con el entorno, su forma de ver el mundo, de organizarse.

 

Por cultura y tradición hemos conservado el territorio, pero pareciera que hay que dañarlo para ser compensado. Se tiene que crear un fondo para compensar aquellos territorios conservados. La planificación se tiene que hacer con los pueblos indígenas, con las comunidades.

 

El contacto con el mundo occidental nos ha creado necesidades. Y el peligro es que se busquen recursos en el territorio, comercializando la medicina tradicional, haciendo minería, talando. Soy optimista, lo último que se pierde es la esperanza, creo que vamos a lograr conservar estos espacios. Pero faltan recursos”.



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En septiembre WWF-Colombia, la Organización Nacional de los Pueblos Indígenas de la Amazonia Colombiana (OPIAC), la Fundación Natura, Forest Trends y el Earth Inovation Institute (EII) organizaron el Taller de Contribución de los resguardos indígenas de la Amazonía colombiana con mínima o nula deforestación a la mitigación del Cambio Climático.
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