Posted on September, 08 2017

Las entidades financieras entienden su responsabilidad en la protección de la biodiversidad y WWF las apoya para que cumplan su objetivo. Por eso, desarrolló una guía de acciones para que estas entidades sean guardianes de los recursos naturales. Descárgalo aquí.
 
Examinemos un caso internacional. Uno en el que hay glaciares, zonas de montaña nevadas, selvas tropicales y dos volcanes activos, entre otros hábitats. Parece imposible que un solo lugar pueda albergar tantos ecosistemas tan diferentes y, sin embargo, así es el Parque Nacional de Virunga -uno de los sitios incluidos en la lista de Patrimonio Mundial de la Unesco- situado en el Congo. En sus 7.800 kilómetros cuadrados se concentra la mitad de todas las especies presentes en África, entre lo cual se destacan elefantes, leones, hipopótamos y 300 gorilas de montaña, una especie en vía de extinción de la que solo quedan 880 individuos en todo el mundo.
 
Faltan palabras para describir la riqueza natural de Virunga y sin embargo, los intereses económicos la han puesto en riesgo más de una vez. Uno de los más recordados es el caso de SOCO International, una compañía petrolera que obtuvo respaldo para explorar en busca de petróleo y gas en casi el 50% del área total del parque. En 2013, WWF presentó una denuncia contra la compañía que decidió retirarse de Virunga un año más tarde y además se comprometió a respetar todo sitio de Patrimonio Mundial.
 
Este caso demostró que, además de la regulación internacional que rige la protección de los más de 200 sitios incluidos en la lista del Patrimonio Mundial Natural de la Unesco, son necesarios esfuerzos de otros sectores que indirectamente están contribuyendo a que lugares icónicos de belleza y biodiversidad excepcional estén bajo amenaza por distintas actividades extractivas.
 
Uno de estos sectores es el financiero. No es un secreto que los bancos del mundo son quienes en diversas ocasiones financian proyectos de compañías que resultan ser ambiental o socialmente irresponsables. Hoy casi la mitad de los lugares patrimonio están “amenazados por prácticas industriales dañinas como la exploración de petróleo y gas, la minería, la tala ilegal y el desarrollo de infraestructuras”, según lo explica la guía de WWF titulada ‘Cómo pueden los bancos proteger nuestro patrimonio mundial’.
 
En Colombia existen casos con rasgos compartidos al del Parque Virunga. Algunos ejemplos emblemáticos del Patrimonio Natural Mundial en el país son el Parque Nacional Natural los Katíos y el Santuario de Flora y Fauna Malpelo, entre otros en proceso de declaratoria como Parque Nacional Natural Chiribiquete, Parque Nacional de la Sierra Nevada de Santa Marta y Tayrona y el Área Marina Protegida Seaflower. Estos lugares se ven afectados frecuentemente por actividades como la expansión de la frontera agrícola, explotación y exploración de hidrocarburos, pesca y caza indiscriminadas.
 
Una alianza estratégica
 
WWF es un aliado de este sector para la disminución de riesgos ambientales. La Organización, desde su trabajo con el sector financiero, busca apoyar al sector y a grandes inversionistas a que puedan incorporar en su toma de decisiones variables relacionadas con su impacto medioambiental, las cuales pueden convertirse en riesgos operacionales, reputacionales, económicos, entre otros.
 
La mencionada guía, publicada en 2017, es una de estas herramientas. Esta publicación deja muy claro que las entidades bancarias pueden “restringir la financiación que podría perjudicar los espacios naturales protegidos o dedicar de manera activa capital a proyectos que protegen esos lugares y mejorar el valor universal de los mismos".
 
Además señala que para construir buenas prácticas en el sector es necesario que en cada entidad se desarrolle una normativa clara que impida préstamos y servicios a clientes que puedan afectar los espacios naturales protegidos. Esta normativa debe asegurar una cobertura integral, es decir, que debe incluir a compañías activas en todos los sectores industriales a gran escala como construcción de infraestructura, sobrepesca, uso insostenible del agua y construcciones para eventos deportivos.
 
Estas políticas deben considerar todo los daños potenciales, deben estipular condiciones y vigilar que sus clientes las cumplan. Cualquier entidad que decida desarrollar su política puede utilizar esta guía para su formulación, implementación y comunicación siguiendo unos lineamientos construidos por WWF, en un trabajo conjunto con instituciones financieras. El paso siguiente es buscar la aprobación de su política ante la Unesco, reafirmando su compromiso con este organismo internacional.

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