Posted on December, 06 2011

 Brasilia, Brasil: El Senado de Brasil ha decidido buscar la ganancia a corto plazo en lugar de la seguridad a largo plazo, en un voto por acabar con las protecciones de larga data de la Amazonia y otras zonas forestales clave, advirtió hoy WWF.

La nueva ley, promovida por algunos intereses rurales y de la agroindustria, abre vastas áreas nuevas de bosque para la agricultura y la ganadería, y otorga amnistías a la deforestación ilegal que se llevó a cabo antes de 2008. Las áreas que antes se consideraban como demasiado empinadas, o vitales para la protección de cuencas hidrográficas y cursos de agua, se encuentran entre las áreas que ahora están abiertas a la destrucción.

Los sondeos mostraban que la mayor parte de la población se oponía a la revisión de la Ley Forestal, con una mayoría que se hace oír de expertos que advierten que la nueva versión de la ley no ayudará al desarrollo a largo plazo de Brasil, sino que lo impedirá.

“Tenemos una minoría poderosa que condena el futuro de millones de brasileños, y todo en nombre del beneficio económico rápido”, dijo Maria Cecilia Wey de Brito, CEO de WWF-Brasil. “No se ha pensado en los costos sociales y económicos de la destrucción de nuestros bosques. El Senado ha aprobado, una vez más, la noción anticuada y falsa de que la conservación y el desarrollo están de alguna manera en desacuerdo, algo que sabemos, no es cierto”.

Si la Presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, firma esta ley, los cambios pondrán en peligro los significativos logros ambientales de Brasil en los últimos años, y socavarán gravemente los esfuerzos globales para combatir el cambio climático y detener la pérdida de biodiversidad. También se espera que los cambios expongan a los pobres en Brasil a un gran riesgo de inundaciones y sequías.

En cuanto a los objetivos para el 2020, Brasil se ha comprometido a una reducción de casi 40 por ciento en su curva de crecimiento de emisiones de gases de efecto invernadero, y una reducción de los niveles de deforestación de la Amazonía de un 80 por ciento en comparación con las tasas promedio registradas durante el periodo 1996-2005. Estos compromisos son de interés mundial, y ahora es casi seguro que estarán fuera de alcance debido a las revisiones a la Ley Forestal.

La decisión del Senado llega también en medio de las conversaciones internacionales sobre el clima que se llevan a cabo en Durban, Sudáfrica, y precede al hecho que Brasil será la sede de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Desarrollo Sostenible “Río+20”, en junio de 2012. La credibilidad de Brasil como sede de éste y otros eventos mundiales importantes (Copa del Mundo de 2014, Juegos Olímpicos de 2016) se verá seriamente comprometida si aprueba una legislación ambiental que favorece la deforestación de la Amazonia y otras regiones de importancia mundial, advirtió WWF.

“WWF-Brasil ha seguido el curso de los procesos legislativos, ha trabajado con otros para ayudar a incluir a la ciencia en el debate político y ha definido puntos en común con la agroindustria y otros sectores responsables”, dijo Wey de Brito. “Ahora debemos instar a la Presidenta Rousseff a que tome en cuenta las graves implicancias de aprobar las revisiones a la ley, incluyendo los daños irreparables a los recursos naturales de Brasil, a su desarrollo económico, y a la salud y el bienestar futuros de millones de brasileños, y miles de millones de personas en todo el mundo”.

WWF-Brasil cuenta con el apoyo de toda la red internacional de WWF para pedir a la Presidenta Rousseff que actúe a favor de los intereses de Brasil, y no de un interés sectorial – señalando que la Presidenta ya dijo que no apoyaría una amnistía para la deforestación ilegal.

“Nos encontramos en un momento histórico en que el mundo busca liderazgo en el desarrollo inteligente y con visión de futuro”, dijo Jim Leape, Director General de WWF Internacional. “Brasil reclamaba ser ese líder”, agregó.

“Será una tragedia para Brasil y para el mundo, si ahora se da la espalda a más de una década de progreso, para volver a los días oscuros de la deforestación catastrófica”.