Resuena la conservación en los ríos y la selva, voces y resistencia en la estrella fluvial Inírida

Posted on marzo, 03 2025

Con un despliegue sin precedentes, la Mesa Ramsar de la Estrella Fluvial Inírida, en compañía de WWF Colombia, llevó a cabo su gran muestra itinerante, una iniciativa que se configura como una apuesta política, de gobernanza y comunicación para fortalecer la incidencia sobre la conservación de este territorio declarado de importancia internacional. A lo largo de su recorrido, esta iniciativa pretende alcanzar a 25 comunidades de siete resguardos indígenas y 60 familias campesinas de la Asociación de campesinos de la Estrella Fluvial Inírida- ACEFIN, quienes, a través de un ejercicio interpretativo y pedagógico, conocerán los avances en la conservación del Sitio Ramsar EFI y los esfuerzos por su protección.



Surcando ríos y selvas, el inicio de la travesía

La travesía comenzó con la luz del alba reflejándose en las aguas del gran río Inírida. A bordo de una embarcación, 15 personas se lanzaron a una aventura que los llevaría a recorrer ríos y selvas con un mensaje de trabajo comunitario por la conservación de sus territorios y sus culturas.

Desde el punto donde el río Inírida se encuentra con el Guaviare, la expedición visitó las comunidades de Laguna Negra, Veraniego y San Luis, tres territorios indígenas que hacen parte de la designación Ramsar. En cada una de estas comunidades, la muestra itinerante sirvió para reafirmar el compromiso con la protección del territorio y fortalecer los lazos entre quienes lo habitan y los actores que impulsan su defensa.



La muestra es un testimonio tangible del trabajo constante por la gobernanza, la conservación y el buen vivir. Con una galería fotográfica de más de 100 imágenes que capturan la esencia del territorio y sus costumbres, registros de monitoreo de fauna, pesca y territorio, así como videos y podcasts que documentan las vivencias y la cosmovisión de los pueblos indígenas y campesinos, la exposición logra transmitir la importancia de mantener vivo este ecosistema para las generaciones presentes y futuras.

 
 
Atabapo, un paraíso de belleza y retos

El siguiente tramo de la expedición fue marcado por la intensidad del sol y la majestuosidad de las playas blancas del río Atabapo, en la frontera con Venezuela. Allí, las comunidades de Caño Raya, Playa Blanca y Chaquita abrieron sus puertas a la muestra itinerante, permitiendo un intercambio enriquecedor sobre los desafíos y oportunidades que enfrenta la región.



Este paraíso natural, hogar del pueblo Curripaco, enfrenta una amenaza constante: la minería ilegal. A pesar de ello, la resistencia y la organización comunitaria han permitido avanzar en estrategias de conservación. Durante la visita, mujeres y niños participaron activamente en actividades de dibujo e interpretación fotográfica, reflexionando sobre lo que significa vivir en un territorio Ramsar y sobre la importancia de una gestión integral para su futuro.

El presidente de la Mesa Ramsar guio un recorrido histórico sobre la designación del sitio y los avances en la implementación del plan de manejo, resaltando el papel crucial de los capitanes y comunidades en la protección del territorio. En palabras de Jacobo Garrido, capitán de la comunidad Chaquita: "Entender qué es la Mesa Ramsar y qué significa este sitio es clave para los nuevos líderes. Somos nosotros quienes guiamos a nuestras comunidades. Estas muestras deben llegar a todos".

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Sobre el río Inírida, se tejen caminos de esperanza para la conservación

Con la luz del amanecer reflejándose en el horizonte del río Inírida, comenzó la última fase del primer recorrido de la muestra itinerante, que llevó su mensaje hasta las comunidades de La Ceiba, Edén Caño Bagre, Santa Rosa y Yury. Navegábamos río arriba, siguiendo el ritmo de la subienda del "bocón", que en esos días aseguraba la abundancia de alimento y hacía más ameno el viaje. Paradójicamente, estas mismas especies, esenciales para la seguridad alimentaria local, son también el foco de los esfuerzos comunitarios de conservación a través de los monitoreos bioculturales pesqueros.    
             


La primera parada fue La Ceiba, donde sonrisas de niños y adultos dieron la bienvenida a la muestra itinerante. Esta comunidad se distingue por su fuerte organización y su apuesta por un desarrollo sostenible basado en la meliponicultura, la pesca tradicional, el turismo de observación de aves y el mantenimiento de senderos ecológicos. A lo largo de los años, han sido testigos del impacto positivo que la designación Ramsar ha tenido en la gestión del territorio, permitiéndoles seguir habitándolo desde sus usos y costumbres ancestrales, asegurando así la armonía entre la conservación y la vida comunitaria.



Desde La Ceiba, nos internamos en un pequeño caño de aguas rojizas y playas doradas, avanzando entre paisajes que parecían sacados de un lienzo amazónico. Así llegamos a la comunidad de Edén Caño Bagre, donde sus habitantes ya estaban preparados para recibir la muestra itinerante. Toda la comunidad se reunió en la iglesia del poblado, un espacio de encuentro y reflexión, donde tuvieron la oportunidad de conocer de primera mano el trabajo que se realiza en el Sitio Ramsar y la importancia de su existencia para la preservación del territorio.

Una apuesta política por la conservación y la incidencia territorial

El último tramo de la travesía nos llevó hasta Caño Bocón, donde visitamos las comunidades de Santa Rosa y Yurí. En estos territorios, de tradición Puinave y con una rica diversidad cultural, conviven distintos pueblos indígenas que han tejido su historia alrededor del río y la selva. Allí, entre conversaciones y miradas atentas, nos encontramos con Nilza Yineth, una joven monitora, integrante del colectivo de comunicaciones, que, en 2025, fue elegida capitana y líder de su comunidad.



Fue ella misma quien, a través de su historia de vida, impregnó de significado la muestra itinerante. Su testimonio, cargado de desafíos, aprendizajes y resistencia, resonó en cada uno de los presentes. Con voz firme y decidida, compartió su recorrido dentro del proceso Ramsar, un camino que la llevó de ser una niña curiosa a convertirse en una líder reconocida en su comunidad.

"Ahora me mostraron unas fotos... Desde muy pequeña hago parte de la Mesa Ramsar. He sido parte del proceso, soy monitora de pesca, llevo mi voz en alto dentro del colectivo de comunicación. Me he formado en este camino y por eso hoy estoy aquí, hablándoles como capitana. Para esto sirve Ramsar: para que perdamos el miedo y podamos luchar por nuestra gente y nuestro territorio", afirmó durante la presentación de la muestra.



Su discurso, sencillo pero poderoso, reflejó la esencia de esta apuesta colectiva: la conservación como un ejercicio de liderazgo, identidad y transformación. En sus palabras se encapsulaba el espíritu de la muestra itinerante, que no solo busca llevar un mensaje, sino sembrar conciencia y fortalecer a las comunidades que, día a día, custodian el equilibrio de estos territorios.

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Una apuesta de vida, la muestra itinerante continuará

La muestra itinerante, concebida por la Mesa Ramsar y su colectivo de comunicación comunitaria, no solo es un ejercicio pedagógico, sino una estrategia política de incidencia territorial. Llevar el mensaje de conservación a cada rincón de esta vasta selva y sus caudalosos ríos es un reto enorme, pero también una necesidad imperante.

La gestión del Sitio Ramsar EFI involucra a indígenas, campesinos, instituciones y aliados, en un esfuerzo conjunto para garantizar que la conservación no sea solo un discurso, sino una realidad palpable. En cada comunidad visitada, en cada historia contada y en cada imagen capturada, se reafirma un compromiso inquebrantable con la defensa de la Amazonía y sus pueblos. La muestra itinerante no solo deja huella en el territorio, sino que también fortalece el tejido social que lo sostiene, asegurando que la vida en todas sus formas continúe latiendo con fuerza en el corazón de la selva.